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14-10-2013

El SAS usa un fármaco ‘alegal’ contra la ceguera pero 35 veces más barato

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El hospital Virgen del Rocío de Sevilla, centro de referencia del Servicio Andaluz de Salud (SAS), lleva años aplicando contra la ceguera un tratamiento que no cuenta con la autorización de las autoridades europeas ni de las españolas. Eso sí, el medicamento que aplican en el centro sanitario sevillano es 35 veces más barato que el que sí cuenta con autorización oficial para ser usado en casos de edema macular.

Fuentes del propio hospital confirmaron a EL MUNDO de Andalucía que llevan «años» usando para tratar el edema de mácula –la ceguera típica de los ancianos– un medicamento llamado Avastin como primera opción frente a otro denominado Lucentis y que, éste sí, es el indicado por las autoridades sanitarias españolas y europeas, para combatir esta patología. Avastin, según consta en el prospecto del medicamento que fabrica Roche, «ha sido desarrollado y fabricado para tratar el cáncer mediante inyección en el torrente sanguíneo.

No se ha desarrollado para su inyección en el ojo. Por lo tanto, no está autorizado para ser usado de esta manera». Es más, su uso intravítreo puede provocar efectos secundarios como infecciones, aumento de la presión ocular o sangrados. Los laboratorios que producen ambos medicamentos, Roche y Novartis, coinciden en que el Avastin no debe ser usado en tratamientos intravítreos.

La clave que explica que no sólo los del Virgen del Rocío sino muchos profesionales de la oftalmología estén recurriendo al Avastin es su precio. Mientras que el fármaco indicado contra este tipo de ceguera, el que tiene la denominación comercial de Lucentis, cuesta alrededor de 700 euros, la alternativa, el Avastin, cuesta sólo unos 20 euros (aunque la cifra puede aumentar un poco porque es necesario fraccionar los viales, más grandes).

«Se trata de un problema eminentemente legal», señaló a este periódico el secretario general de la Sociedad Andaluza de Oftalmología, Miguel Giménez de la Linde, que subrayó que de acuerdo con la legislación española «sólo» se puede utilizar el Lucentis. Al Avastin sólo se puede recurrir en determinadas circunstancias.

Pero la práctica en el Virgen del Rocío es exactamente la contraria. Según denunciaron, primero, médicos del centro, y confirmaron, después, fuentes oficiales, el bevacizumab (que es lo mismo que decir Avastin) lleva más de seis años utilizándose «de forma generalizada » en estos pacientes «sin que se hayan recibido quejas, sólo resultados de salud positivos», por lo que se ha convertido en tratamiento muy utilizado «tanto por su efectividad como por su coste», en lo que la dirección del hospital calificó como «un ejercicio de responsabilidad para con la financiación pública ».

No obstante, Lucentis (o ranibizumab) sigue disponible y se sigue prescribiendo a pacientes que presentan contraindicaciones a bevacizumab, señalaron desde el Virgen del Rocío. Ambos medicamentos, según las explicaciones del centro sanitario, tienen el mismo mecanismo de acción (antiangiogénicos), una propiedad que evita la proliferación vascular, útil tanto en la degeneración macular como en el cáncer de mama, una de las indicaciones ‘oficiales’ del Avastin y para la que sí está autorizado por la Agencia Española del Medicamento. Igualmente, el Virgen del Rocío se defiende alegando que diversas publicaciones internacionales han avalado esta equivalencia terapéutica.

Por este motivo, señalaron desde el centro sanitario, los mismos profesionales trasladaron, «con argumento científico y técnico», que ambos medicamentos pueden compartir indicaciones, algo avalado por la Comisión Técnica de Farmacia y la Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias. El uso del Avastin para el tratamiento del edema de mácula no sólo lo defienden los responsables del hospital Virgen del Rocío.

Profesionales de la oftalmología a nivel nacional e incluso internacional respaldan que tiene la mismas propiedades que el medicamento que sí está autorizado para tratar este tipo de ceguera, el Lucentis, y apuestan por que la Agencia Española del Medicamento lo ‘legalice’. Además, algunos estudios destacan que su uso regularizado supondría para el sistema sanitario público un ahorro de entre 132 y 226 millones de euros. Aunque eso sí, se ha comprobado que los efectos secundarios del Avastin son mayores.