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15-02-2013

Osakidetza frena la implantación de la receta electrónica por graves problemas informáticos

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Quince meses después de ponerse en marcha, el nuevo modelo informático para prescribir medicamentos en los ambulatorios vascos sigue dando problemas. Tantos y tan serios, que Osakidetza ha frenado la implantación de la receta electrónica o ‘e-rezeta’.A día de hoy, nadie se atreve a decir cuándo se generalizará este sistema, que permite adquirir los fármacos solo con la tarjeta sanitaria. El proyecto arrancó el verano pasado en Derio y en el barrio de Abetxuko de Vitoria, y los anteriores responsables del Departamento vasco de Salud, del PSE, aseguraron que en marzo de 2013 sería realidad en toda Euskadi. Afalta de dos semanas para que se cumpla el plazo, el despliegue de la receta sin papel solo ha continuado por otras ocho localidades: Oñati, Lekeitio, Hondarribia, Elorrio, Lekeitio, EA, Rivabellosa y Labastida.

En total, solo 50.000 personas atendidas frente a una población de más dos millones de vascos. Los nuevos gestores de Salud, del PNV, no avanzan fecha alguna respecto a cuándo se generalizará. Así se lo han transmitido a los médicos de Primaria a través de la SociedadVasca de Medicina de Familia y Comunitaria (Osatzen).

A finales de 2011 y a lo largo de todo 2012, los facultativos de los ambulatorios denunciaron el colapso de las consultas tras la puesta en marcha del denominado sistema de prescripción universal (Supre) debido a los continuos problemas que generaba el nuevo programa informático. Entre las quejas más habituales figuraba la referida al tiempo dedicado al ordenador. «En vez de atender al paciente, nos pasamos el tiempo mirando la pantalla. No puede ser.No se puede trabajar», se quejaron una y otra vez. Reunión con losmédicos En un principio, el equipo del entonces consejero Rafael Bengoa negó la mayor al confirmar solo la existencia de «algunos problemas normales y puntuales», pero desmintió que se produjera colapso alguno. «No es ningún desastre», aseguró.

Medio año después ya admitió que la implantación del Supre estaba siendo compleja porque generaba muchas dificultades a toda la red asistencial de atención primaria. De hecho, llegó a enviar una carta a los médicos para pedirles «disculpas». Aunque los nuevos responsables del ServicioVasco de Salud han heredado el problema de sus predecesores, también han expresado su pesar a los médicos en un reciente encuentro con la directiva deOsatzen.

En esta reunión participaron, entre otros, el viceconsejero de Sanidad, Guillermo Viñegra; el director de Farmacia, Iñaki Betolaza; y el subdirector de Informática de Osakidetza, Martín Begoña.Todos ellos transmitieron a los médicos su intención de buscar soluciones cuanto antes a un proyecto que no termina de cuajar porque se suceden los fallos en el programa informático. No obstante, les comunicaron que el sistema Supre no admite vuelta atrás, porque no se puede empezar de nuevo.

«Nos dijeron que es una hipótesis que no se contempla», comentan los médicos asistentes al encuentro en una circular que han enviado a sus asociados. Por ello, les informaron que se está llevando a cabo una «reingeniería de procesos », es decir, un rediseño del programa. Para ello, se ha contratado a una unión temporal de empresas vascas para ver si son capaces de solucionar los problemas porque ofrecen «un mejor servicio y se cree que tienen capacidad para solucionar el problema», ya que la multinacional que desarrolló el sistema «no ha respondido como se esperaba». El nuevo copago, a la espera El objetivo del nuevo contrato es disponer de un sistema estable antes de involucrar en el proyecto a enfermeras ymédicos especialistas.

Los actuales directivos de Osakidetza creen que incorporar al Supre a estos profesionales podría provocar «el cuelgue» del sistema con más frecuencia. Por ello, cuando un enfermo recibe el alta hospitalaria, los facultativos prescriben la medicación a mano para que sea su médico de familia quien la introduzca en su historia y le haga la receta. En tanto el Supre no funcione con garantías, la receta electrónica continuará siendo un proyecto piloto solo en ocho pueblos. Y es que la consejería de Salud, cuyo titular es Jon Darpón, teme que la incorporación en bloque de todas las farmacias al sistema suponga un colapso. ¿Cuándo se solucionarán los fallos? Los responsables sanitarios, siempre según la versión de los médicos, creen que se necesitan almenos seis meses para empezar a ver la salida.

Esto significa que el nuevo copago farmacéutico no se podrá poner en marcha antes. ¿La razón? JonDarpón quiere que todo el mundo tenga antes la receta electrónica. Se trata de evitar la burocracia administrativa que supondría tener que devolver dinero a los pensionistas. Y es que, en función de los ingresos, los jubilados pagarán un máximo de 8,14, euros; 18,32 euros o 61,08 euros al mes.

El Gobierno vasco pretende que se deje de cobrar cuando se llegue a estos topes. Así se evita tener que reintegrar el dinero de más. Para lograrlo, debe funcionar la ‘e-rezeta’.